El estatus pedagógico de la filosofía de la educación
La Filosofía Educativa, también llamada Filosofía Pedagógica y Filosofía de la Educación se puede describir como un campo de investigación y de enseñanza académica que limita el alcance de este ámbito a las actividades de un pequeño grupo de profesionales que trabaja esta área específica. Estos llamados "filósofos educativos" se encuentran en los países de habla inglesa y, en menor grado, también en algunos países de la Europa continental, y normalmente están relacionados con las escuelas universitarias de educación o pedagogía.
Dado que la educación es
el proceso de formación del hombre en la vida social y para
la vida social, o la asimilación de las experiencias que preparan para la vida
humana, se entenderá que la Filosofía de la Educación estudia las leyes,
las situaciones y los fenómenos del mundo, del hombre, de la sociedad y
de la cultura en relación con el proceso de la formación humana a
partir de las posiciones filosóficas.
A la filosofía educativa
corresponden numerosas posiciones y actitudes de orden ideológico y
político que son bastante frecuentes no sólo entre las personas dedicadas a las
labores educativas formales, como son los maestros, administradores y
supervisores escolares, sino también, entre otros, como los gobernantes,
políticos, empresarios, sindicalistas, obreros, padres de familia y
dirigentes juveniles. En fin, la filosofía de la educación trasciende el plano
de la formalidad institucional, abarcando las posiciones ideológicas y políticas reveladoras
de lo que hacen, sienten y piensan todos los hombres en relación con la
educación, por cuanto el hecho educativo extraescolar, como sucede con el
escolar, está condicionado por el hecho histórico general. Si bien pocos seres
humanos son filósofos de la educación, en cambio nadie deja de
incursionar, en uno u otro nivel y forma, en las esferas del discurso filosófico-pedagógico.
Como quehacer científico, la
filosofía educativa presenta diversos grados, dependiendo esto de la mayor o
menor importancia con que en ella se manejan los factores especulativos,
de teoría científica, de practicismo o de utilitarismo.
La filosofía educativa tiene
sus manifestaciones en las formas y en los niveles con que los educadores,
tratadistas y demás personas interesadas en la educación, enfocan y aplican las
diversas disciplinas, siendo notorios los casos de la antropología,
la psicología, la historia y la sociología, por los altos
niveles de afinidad y la interacción que presentan con importantes
aspectos de la realidad educativa.
Las contradicciones
ideológicas que han caracterizado a las diversas sociedades, ocasionan
gran diversidad de enfoques y de interpretaciones en el campo científico, lo
que a su vez provoca que la filosofía, ligada ampliamente a todas las ciencias y
en general a las actividades humanas, sea la disciplina que encierre
un mayor nivel de heterogeneidad en su contenido. La filosofía de la educación
no escapa a esta situación, por lo que sus textos varían mucho en sus enfoques
y contenidos aún dentro de grupos que han parecido tener una ideología común.
Hablando en otro campo; la
filosofía de la educación es una disciplina de suma importancia en la
actualidad y su aplicación es sin duda eficaz como herramienta para abordar la
problemática humana, sus efectos y causas.
Desde los inicios de la
formación de la unidad social, ambos han sido discutidos y vividos como sujetos
coherentes e incluidos en la perspectiva docente, con varias ideas guiadas por
los primeros filósofos y perpetuadas con el fin de desarrollar el sentido
crítico del alumno y hacerlo capaz de ejercitar el sentido argumentativo y
desarrollar el autoconocimiento y la reflexión. Es necesario comprender a los
filósofos y sus proposiciones, para que se acerque a una nueva comprensión de
la realidad. Esta comprensión de lo real es primordial para el medio ambiente,
porque en la sociedad hay una búsqueda asidua de aquellos capaces de marcar la
diferencia.
Así, podemos conceptualizar la
filosofía de la educación como un conjunto de ideas que define cómo es la
educación y qué importancia tiene no solo en el contexto escolar, sino también
para la vida social, haciéndonos capaces de desarrollar conocimientos,
pensamiento y habilidades de conocimiento. actitudes frente a los hechos que
nos rodean y siguen arraigados en la sociedad.
Por ello, la filosofía busca
formar ciudadanos más críticos que sepan analizar los hechos con capacidad de
comprender la realidad y que desempeñen sus roles como agentes de la sociedad,
proponiendo soluciones a los desafíos que se encuentran en un mundo globalizado
y saturado de información.
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